Victimología: Diferencia entre pareja penal y pareja dilincuencial
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INTRODUCCIÓN
La Victimología es el estudio de la víctima, así podríamos explicar de primera mano su complicado y amplio concepto, sin embargo, esta palabra que encierra una ciencia extensa, incluye como protagonista a cuantos son propensos a ser víctimas de un delito, esto desde su aspecto lógico, como por ejemplo los atracos, los bancos, los timos, los campesinos o turistas.
En este sentido, según la definición dada en el Primer Simposio sobre Victimología celebrado en Jerusalén, Israel, del 2 al 6 de septiembre de 1973, la Victimología es el estudio científico de las víctimas del delito o, como diría GULOTTA, es "la disciplina que tiene por objeto el estudio de la víctima de un delito, de su personalidad, de sus características biológicas, psicológicas, morales, sociales y culturales, de sus relaciones con el delincuente y del papel que ha desempeñado en la génesis del delito".
Pero como el concepto de Victimología no es el tema central del presente estudio, voy a limitar el análisis del problema conceptual de la ciencia y simplemente me adhiero a la definición aunomista propuesta por Mendensohn, ya que consideraba a la ciencia como independiente de la Criminología, al decir:” Que es la ciencia sobre las victimas y la victimidad”.
El punto de arranque de Mendensohn surge cuando afirma “Durante siglos, el criminal ha pertenecido únicamente como noción abstracta. Es hasta la segunda mitad de siglo pasado, como consecuencia de una revolución de pensamiento, que el criminal se convierte en un sujeto de estudio por una ciencia positiva. En nuestros días, la víctima se impone también a nuestra atención como una rama especial de la ciencia positiva.”
Es así que revisando el analizas histórico hecho por este maestro vemos como,la primera ciencia se ocupa de la terapéutica y de la profilaxis anticriminal, teniendo como criterio al criminal; la segunda se ocupará de la terapéutica y de la profilaxis que tienen como objeto la personalidad de la víctima, desde este punto de vista y asociando a contrarios, fue así como el citado Mendelshon estableció la relación delincuente-victima, que la denominó pareja- penal, como partes nece-sarias.
Es aquí en donde empezamos a entrar en nuestro estudio, que trata, precisamente, sobre las relaciones entre la víctima y victimario (pareja penal) y las relaciones que producen la confusión de los victimarios con su victimas y la equivalencia de esas calidades (pareja delincuencial).
Desde el punto de vista popular, es decir, en sentido común, el criminal y la victima son radicalmente diferentes; desde el punto de vista jurídico esto es verdadero, aunque hay algunas excepciones.
Tradicionalmente se consideró al delincuente agresor y a la víctima inocente, hasta que la nueva disciplina reveló la relatividad de las culpas y la lógica interpersonal, haciendo tabla rasa de un maniqueísmo de siglos.
La ley distingue con toda claridad al atacante de la victima. Pero en realidad esta relación puede ser, y a menudo lo es, de estrecha intimidad, de modo que los papeles se invierten y la victima pasa a ser el agente determinante, mientras que el victimario se convierte en victima de sí mismo.
Así Gospinger afirma que si se pretende cargar la relación delin-cuente víctima de una forma criminológica, es necesario integrarla en el conjunto del delincuente y su esfera social. Una visión parcial de la víctima o el autor debe necesariamente conducir a resultados parciales. Es necesario abarcar la relación delincuente-victima como una unidad.
Esto dicho en palabras del poeta Gilbrán Jalil es aun más impactante:
“El asesinado no es irresponsable de su asesinato. Y el robado no es inculpable de haber sido robado. El justo no es inocente de los actos del malvado. Y el puro no esta limpio de los actos del felón. Es más, el delincuente es a menudo la victima del injuriado. Y el condenado es, con frecuencia, quien carga la cadena del inocente inmaculado. No podéis separar al justo del injusto y al bueno del malvado”.
Pues juntos se yerguen de cara al sol, como juntos se entretejen el hilo negro y el hilo blanco. Y cuando el hilo negro se rompe, el tejedor revisará toda la tela y examinará el telar de nuevo.
Lo que tratamos de decir es que la unión entre la victima y su victimario es insita una de la otra, es inseparable, es una dinámica.
RELACIONES ENTRE VÍCTIMA Y VICTIMARIO:
Hecha esta introducción pasaremos a estudiar a fondo las relaciones entre los sujetos que intervienen en la llamada pareja penal y delin-cuencial, y como se desarrollan estas relaciones, su dinámica y variables.
LA PAREJA PENAL:
DINÁMICA VÍCTIMA-CRIMINAL:
En esta dinámica, podemos encontrar que la víctima puede intervenir en cuatro forma diferentes:
a) La víctima puede ser la causa de la infracción.- El centro de la relación lo ocupa una vinculación personal nacida de una fijación psíquica o física.
b) La víctima puede ser el pretexto de la infracción.- Existe una relación de mero contacto anterior al delito
c) La víctima puede ser el resultado de un consenso.- Una relación semejante surge sólo y/o exclusivamente durante la comisión de un hecho (es importante si la víctima fue elegida de acuerdo a algún criterio o no)
d) La víctima es el resultado de una coincidencia.- Se caracteriza por el anonimato, por la calidad impersonal de la relación.
Como ya hemos dicho, la pareja penal la componen víctima y victimario. En principio, en tanto que la pareja criminal los intereses son homogéneos, en la pareja penal son antagonistas.
Se podría decir entonces que sus intereses y por lo tanto, la respon-sabilidad de cada uno de ellos son inversamente proporcionales a la del otro, es decir, la de la víctima y la del victimario (ver cuadro).
Víctima —— Victimario
Sin embargo, no siempre el victimario y la victima se contraponen claramente, hay situaciones en las cuales no se encuentra una diferenciación notable, esto lo podemos notar en ciertos casos como el incesto o de pacto suicida (ver cuadro).
VÍCTIMA —— VICTIMARIO
La pareja penal debe ser estudiada minuciosamente, en sus relacio-nes antes y después del delito, sólo así se podrá realizar un juicio adecuado.
Así, se han propuesto diversos modelos de investigación, por ejemplo, Segstock y Liang sugieren los siguientes:
A) El modelo de precipitación victimal, en el cual la victima seduce o tienta al ofensor para cometer el acto ilegal.
B) El modelo de conflicto victimal, en el cual el agresor y víctima están envueltos en un largo conflicto, en un período de tiempo, y alternan los roles de agresor y víctima.
C) El modelo de disponibilidad victimal en el cual el agresor ha observado a la víctima y puede predecir su comportamiento, pero la víctima tiene un limitado conocimiento del ofensor.
Estudiar al criminal sin estudiar a su víctima es inadecuado e incompleto; al estudiar el fenómeno criminal, deben tomarse en cuenta los siguientes factores:
• El infractor
• La victima
• Las correlaciones biopsicosociales entre ellos
• Las causas psíquicas profundas que producido la aproximación de los factores.
Para entender mejor aún la relación entre la victima y el victimario, es decir, la pareja penal, es necesario ahondar en las variables que se utilizan: el conocimiento y la actitud entre la víctima y el victimario.
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