El derecho de las telecomunicaciones en el Ecuador
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RESUMEN:
Las telecomunicaciones como elemento esencial del proceso de desarrollo que complementa otras infraestructuras hace posible aumentar tanto la productividad como la eficacia en los sectores agrícolas, industrial, comercial y de los servicios sociales mejorando el nivel de vida. Los Estados han incrementado modernos sistemas de telecomunicaciones considerando que si no hay medios para transformar información, no hay un transporte eficiente de los productos constituyendo la columna vertebral de la sociedad moderna puesto que son infraestructura de lo que dependen los sectores consumidores de información de las economías modernas.
Palabras claves:
Medios y redes telefónicas. Sistemas de Telecomunicaciones. Sociedad de información. TIC. Normalización de las telecomunicaciones. Infraestructura y ambiente formativo. Agenda de conectividad. Brecha digital. Percepción de la función.
SUMARIO:
1.1.- Orígenes y evaluación.- 1.2.-Las telecomunicaciones como motor del desarrollo económico y social.- 1.3.-La Sociedad de la información.- 2.- Organismos internacionales de telecomunicaciones.- 2.1.- La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).- 2.1.1.- Constitución.- 2.1.2.- Convenio.- 2.1.3.- Reglamento Interno.- 2.1.4.- Conferencias de Plenipotenciarios.- 2.2 La Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL).- 2.3 El Comité Andino de Autoridades de Telecomunicaciones (CAATEL).-
1.1. Orígenes y evaluación.
La Unión internacional de Telecomunicaciones (UIT) define las telecomunicaciones como toda las transmisión, emisión o recepción de signos, señales, escritos, imágenes, sonidos e informaciones de cualquier naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos u otros sistemas electromagnéticos.
Las telecomunicaciones constituyen un sistema multifacético que ha experimentado numerosas evaluaciones, partiendo del primer mensaje telegráfico enviado en 1844, el primer mensaje telefónico alámbrico en 1876, el primer mensaje inalámbrico en 1895 y el primer mensaje de voz humana transmitido por radio en 1906.
1.2. Las telecomunicaciones como motor del desarrollo económico y social.
Las telecomunicaciones desempeñan una función cada vez más importante en el desarrollo económico, social y cultural de nuestros países. En la actualidad las telecomunicaciones son aceptadas como un elemento esencial del proceso de desarrollo que complementa otras infraestructuras y hace posible aumentar tanto la productividad como la eficacia en los sectores agrícola, industrial, comercial y de los servicios sociales mejorando el nivel de vida.
Tanto en los países industrializados como en los que se encuentran en desarrollo, el progreso económico y social depende de modernos sistemas de telecomunicaciones.
Si no hay medios para transmitir información, no hay un transporte eficiente de los productos. Al igual que otros medios de transporte, las redes telefónicas y de transmisión de datos, los nodos de internet, los satélites, los cables de fibra óptica, son esencialmente para el suministro de bienes y servicios comerciales.
La amplia gama de servicios de telecomunicaciones apoyan cada día más la vida cotidiana de las familias, la productividad de las industrias y la competitividad de la economía en su conjunto.
Se ha comprobado que existe un vinculo directo entre la inversión en las telecomunicaciones y el desarrollo económico; existe una notable correlación entre los indicadores que representan el desarrollo de las telecomunicaciones y los indicadores que reflejan el crecimiento económico general de un país, como el PIB y el ingreso percápita. La participación del sector privado es un factor importante en el desarrollo de las telecomunicaciones.
Sin inversiones en el sector de las telecomunicaciones, las inversiones que se efectúen para atender las otras necesidades urgentes del desarrollo no podrán surtir los efectos deseados. Los países en desarrollo deben atribuir más importancia al desarrollo de sus telecomunicaciones y crear condiciones propicias para las inversiones, a fin de atraer fondos del sector privado, tanto nacional como internacional.
Los sistemas de telecomunicaciones constituyen la columna vertebral de la sociedad moderna y las redes de telecomunicaciones son actualmente la infraestructura de la que dependen sectores consumidores de información de las economías modernas o en cursos de modernización; las telecomunicaciones constituyen el eje motriz de nuestra infraestructura económica.
La industria y el comercio dependen en sumo grado de que haya comunicaciones adecuadas entre las personas y localidades, lo cual les representa mayores ingresos y reducciones en los costos.
Efectuando un análisis desagregado del PIB en el Ecuador, se pueden apreciar que el sector de las telecomunicaciones mostró un crecimiento del orden del 3.5% en el año 2002, mientras que el PIB creció en 3.5%, con lo que se demuestra afirmado anteriormente.
1.3. La Sociedad de la información.
La información es un recurso básico al igual que las materias primas y la energía; es evidente que toda sociedad y toda organización están basadas en la información. Un aspecto importante de la sociedad de la información es que el conocimiento y la información han pasado hacer los recursos estratégicos responsables de transformación de la sociedad, función que cumplían en la sociedad industrial, el capital y el trabajo.
Las telecomunicaciones son un instrumento para cursar información y, por ende son críticas para el proceso de desarrollo. Al proporcionar enlaces de información entre zonas urbanas y rurales, las telecomunicaciones pueden franquear las barreras de las distancias que obstaculizan el desarrollo rural.
El teléfono se inventó hace mas de 120 años, sin embargo al día de hoy más de la mitad de la población mundial nunca h a realizado una llamada telefónica. El 16% de la población mundial contaba con una línea telefónica fija en el 2000 (según la UIT), pero en los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá y la cifra era del 70% y en África el 2.5% y en Nepal el 1.16%. Los teléfonos celulares presentan datos similares: el 36% de los europeos poseen uno, mientras que este porcentaje baja el 6.5 % en los asiáticos y al 0.03% en los nigerianos.
Para acceder a internet se requiere además de una línea telefónica disponer de una computadora. Para el año 2000 había en el mundo 7.68 computadoras cada 100 habitantes (UIT), en los EE.UU: 56.5%; en África: 0.94% y en Indonesia: 0.99%.
De los 6.1 billones de habitantes de la tierra a finales del 2001, únicamente 490 millones de personas que representan el 8% de la población mundial de entonces, tenían acceso a internet. En la actualidad la cifra de usuarios de internet se acerca 600 millones, de los cuales poco menos de la tercera parte viven en los Estados Unidos de Norteamérica. Aproximadamente el 90% de la población mundial continúa desconectado de internet, privado de un recurso vital en el siglo XXI.
Entre los países con más acceso a internet según cifras en porcentaje en el año 2001 se encuentran: Suecia con el 51.6, EEUU con 50.1, Holanda con 49.1; y entre los países con menos acceso se encuentran Ecuador con 0.4, Haití con 0.4, Pakistán con 0.3, Nigeria con 0.1.
Existe una división entre países que tienen un acceso real a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y quienes no lo tienen, a la que se denomina “Brecha Digital” o “digital Divide”.
La “Brecha Digital” cuantifica la diferencia existente entre países, sectores y personas que tiene acceso a los instrumentos y herramientas de la información y la capacidad de utilizarlos y aquellos que no lo tienen. Se puede entonces definir a la “Brecha Digital” como la diferencia existente en el grado de masificación de uso de las TIC entre países. Esta suele medirse en términos de densidad telefónica, densidad de comp.tadoras, usuarios de internet, entre otras variables.
La Brecha Digital se produce entre países y al interior de las naciones. Dentro de ellos, se encuentran brechas regionales, brechas entre segmentos socioeconómicos de la población y entre los sectores de actividad económica.
Esto explica la Brecha digital existente entre los países desarrollados y los países en desarrollo y dentro de ellos, entre los sectores de altos ingresos y los de bajos ingresos.
De acuerdo con el informe sobre Desarrollo Humano 2001 de las Naciones Unidas, los países de altos ingresos invierten cuatro veces más de su PIB de investigación y Desarrollo que los países de América Latina y el Caribe.
Existe una brecha digital y es necesario centrar la atención en los aspectos que la determinan, para lograr que tanto las políticas internas, como la agenda internacional, se orienten a la disminución de esa brecha de manera acorde con las realidades políticas, sociales y económicas.
Por otra parte, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tienen inmensas repercusiones en prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas. El rápido progreso de esta tecnología brinda oportunidades sin procedentes para alcanzar niveles más elevados de desarrollo. Gracias a la capacidad de las TIC para reducir las consecuencias de muchos obstáculos tradicionales, especialmente el tiempo y la distancia, por primera vez en la historia se puede utilizar el vasto potencial de estas tecnologías en beneficio de millones de personas en todo el mundo.
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