¿Existe un dividendo de la Paz?
Autor: Dr. Joaquín MORILLO PAIMANN
PALABRAS CLAVES:
Conflicto, frutos económicos, efectos gasto militar, composición del gasto público, movilización, preconflicto, negociación, efectos económicos de la paz, programa de liberación, donaciones e inversión, desarrollo fronterizo, tangible dividendo, centros de comercio y navegación.
1.- Introducción
El conflicto fronterizo entre Ecuador y Perú ha sido uno de los más largos en el hemisferio occidental. Empezó en los inicios de la vida republicana con la independencia y concluyó con la firma de los Acuerdos de Paz en 1998.
Durante este larguísimo período, las relaciones económicas entre Ecuador y Perú siempre estuvieron definidas por la desconfianza y tensión que emanaba del conflicto territorial. El libro “Ecuador y Perú, Vecinos Distantes” (CORDES, 1993) presenta una interesante colección de artículos que analizan en profundidad las difíciles relaciones entre los dos países.
Con la firma de los Acuerdos de Paz y su ejecución se puso fin a las limitaciones económicas que derivaban del conflicto. Y hoy día, diez años después, surge una pregunta importante; se generaron frutos económicos gracias a la solución del diferendo territorial ¿O puesto de otro modo, existe un dividendo de la Paz?
Este trabajo se propone contestar estas preguntas haciendo un balance de los hechos objetivos que se pueden observar durante el período transcurrido desde la firma de la paz. Si bien ciertos datos y análisis se presentan para los dos países, el enfoque es primordialmente desde la perspectiva del Ecuador.
En la siguiente sección se resume brevemente la literatura económica sobre los efectos del gasto militar en el desempeño económico; para ofrecer un marco de referencia al caso que nos ocupa.
La tercera sección relaciona la cronología de los eventos históricos alrededor de la firma de la paz con los principales acontecimientos económicos que vivió el país en ese tiempo. El hecho de que la firma de la paz y la implementación del acuerdo Presidencial de Brasilia coincidieran con la gravísima crisis de 1999 exige un especial cuidado para no confundir la natural recuperación del país tras la crisis con los efectos de los Acuerdos de Paz.
En la cuarta sección se presenta de manera esquemática los Acuerdos firmados y se detalla los principales efectos económicos que debieron producir. Estos son la reducción del gasto militar, una ampliación de las relaciones económicas entre los dos países, la ejecución de un ambicioso plan de inversiones y consecuentemente un mayor desarrollo de la región fronteriza.
Todos estos canales a través de los cuales la paz generó beneficios son analizados en la quinta sección, procurando evaluar su importancia cuantitativa y posibles efectos en el desempeño económico general.
Finalmente, en la sexta sección se presentan las conclusiones; el trabajo muestra que si bien en ciertas dimensiones los logros concretos son inferiores a los contemplados al momento de la firma de la paz, en otras la realidad excedió largamente las expectativas iníciales. En conjunto, se puede afirmar con toda seguridad que sí existe un dividendo de la paz y que la firma de Los Acuerdos ha aportado al desarrollo económico del Ecuador.
2.- Breve revisión de literatura económica
Una multiplicidad de investigaciones ha analizado la relación entre gastos o inversiones militares y el desempeño económico de los países desarrollados, sin encontrar una conclusión inequívoca que sea válida para todos los casos.
En ocasiones se encuentran efectos favorables del gasto militar porque el desarrollo tecnológico e innovación que caracterizan a la industria militar posteriormente se trasladan al resto de la economía generando mejoras de productividad. Por ejemplo el transporte aéreo y terrestre así como las telecomunicaciones han recibido buena parte de sus avances de la tecnología de guerra. En otros casos, un mayor poderío militar ha mejorado las condiciones de seguridad interna o externa del país que hace el esfuerzo de gasto, y esto redunda en un mejor ambiente para el desarrollo de las actividades económicas.
En cambio para los países en desarrollo, estos efectos favorables -si es que existen- son mucho más limitados. Es difícil pensar que la tecnología militar, que es casi siempre importada, produzca importantes efectos positivos en otros sectores de las economías menos desarrolladas. De todas maneras, la observación casual de estas relaciones no es suficiente y se requiere un enfoque empírico para obtener respuestas más apegadas a la realidad.
Por señalar solo las contribuciones más importantes en este sentido, se puede empezar con el trabajo de Knight, Loayza y Villanueva (1996) que amplían el modelo neoclásico convencional de crecimiento incorporando variables relacionadas con el gasto militar. El modelo es contrastado con los datos de casi 80 países en desarrollo para el período de 1970 a 1995, encontrando una fuerte relación negativa entre gasto y crecimiento. Su estimación puntual señala que una reducción del 10% en la fracción del Producto Interno Bruto (PIB) dedicada al gasto militar se corresponde con un incremento del crecimiento por persona del 0,07% en el largo plazo.
Posteriormente, de Rouen y Heo (2001) analizan el proceso de modernización en América Latina utilizando un modelo que incorpora el cambio tecnológico y externalidades de manera explícita. En base a este enfoque, concluyen que la porción militar del presupuesto ha detenido la modernización y el crecimiento económico en los países de la región.
En un importante trabajo que estudia la evolución económica antes, durante y después de un conflicto, Bhattacharya, Clements, Chakravarti y Gupta (2002) utilizan una muestra de 20 países emergentes que sufrieron episodios que satisfacen la definición de conflicto armado entre 1985 y 1999. Los hallazgos constituyen regularidades empíricas que se pueden resumir de la siguiente manera;
• El crecimiento económico cae y la inflación se acelera durante un conflicto. Una vez terminado el conflicto, se observa lo contrario; reducción de la inflación y recuperación de la actividad económica.
• El gasto público total crece substancialmente antes y durante un conflicto por la necesidad de a tender la presión militar; y luego cae en el período postconflicto. Como la desaceleración económica propia del conflicto significa menores ingresos fiscales, el balance del sector público se deteriora notablemente durante un conflicto.
• El gasto real en educación y salud se reduce antes y durante un conflicto por el efecto expansivo del gasto militar que limita la capacidad del Estado de atender otras necesidades.
De estos resultados se puede concluir que generalmente existe un importante potencial de mejorar las condiciones económicas cuando se soluciona un conflicto armado. No solo en términos del crecimiento y estabilidad económica, sino también porque al liberar recursos los países pueden atender de mejor manera su agenda social.
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