La Ronda de Doha para el desarrollo.
Autor: Ec. Xavier HUAYAMAVE BETANCOURTH
Situación actual y perspectivas intereses y escenarios para el Ecuador
Palabras claves:
Bienes industriales, Equilibrio de la negociación, negociaciones globales, Trato Especial y Diferenciado, Ronda de Desarrollo, Consolidación efectiva de aranceles, proteccionismo a corto plazo, obstáculos arancelarios, productos iguales o ”similares”, Desaceleración. Liberalización Sur-Sur.
Resumen
La Ronda de Doha es una negociación de los miembros de la OMC, y sobresale de entre otras por sus reiteradas disociaciones. El cambio situacional de la negociación, y el replanteo de las cuestiones discutidas junto a mejores posturas por parte de los actores, y un cambio radical en las posiciones de los miembros podría arribar a la finalización exitosa de la Ronda.
Los temas tratados están relacionados con: Agricultura, Bienes Industriales, Equilibrio en la Negociación, y Bienes y Servicios Medioambientales. Aunque el papel de la agricultura sigue siendo muy importante, el fuerte proteccionismo que le brindan los países desarrollados, además de las restricciones a las importaciones y subsidios a las exportaciones han trabado enormemente las negociaciones. No queriendo ninguno de los actores ceder en sus posiciones.
El marco referencial para las negociaciones es el denominado Marco de Julio de 2004, que establece las normas generales para los tres pilares de la negociación: acceso a mercados, competencia de las exportaciones y ayuda interna.
A pesar que muchos países en desarrollo no tienen planes en materia de comercio y desarrollo que puedan ofrecer un marco para la formulación de posiciones fundamentadas en las negociaciones, los países ricos alegan que no pueden reducir los subsidios agrícolas si el acuerdo incluye cláusulas que permitan a los otros países diluir el acceso a sus mercados, pero los países pobres argumentan que a ellos se les exige más que a las naciones desarrolladas.
Un acuerdo final no es sencillo de alcanzar. Algunos PED tienen como objetivo el incremento del comercio entre ellos, y muchos han perdido la esperanza de terminar las negociaciones este mismo año. Por el bien del sistema y del modelo que nos rige es necesaria la tan esperada conclusión de la Ronda con beneficios, desarrollo y bienestar para sus miembros.
La Ronda para el Desarrollo de Doha: Situación actual y perspectivas. Intereses y escenarios para el Ecuador.
1. Introducción
La Ronda de Doha constituye un nuevo ciclo de negociaciones globales emprendido por los miembros de la OMC, que se ha caracterizado por no lograr consensos, ni acuerdos mínimos entre los países desarrollados (PD) con los países en vías de Desarrollo (PED), sobre los temas más sensibles de su agenda, tal es el caso de la agricultura. Su finalización exitosa depende de un cambio radical en las posiciones de los países, lo que está poniendo en juego la credibilidad del Sistema Multilateral de Comercio.
Según Pascal Lamy: “Si la agricultura es el asunto número uno de la actual negociación (Doha), no es porque Estados Unidos, la Unión Europea y Japón gusten de eso, sino porque los países emergentes lo impusieron en la agenda”. En este contexto los intereses de los participantes se ven enfrentados con la importancia que se otorga a la agricultura. Según investigaciones del Banco Mundial “El 70% de la población pobre del mundo vive en áreas rurales. Ellos dependen de la agricultura para asegurarse el sustento y mantener a sus familias”. En tanto que, en el mundo desarrollado la agricultura está protegida y favorecida por subvenciones que ascienden (según información de la OMC) a 300.000 millones de dólares, cifra que es 6 veces mayor a 50.000 que los países desarrollados otorgan en cooperación a los países en desarrollo.
Este papel de la agricultura determina que las negociaciones para su liberación comercial adquieran una gran sensibilidad, puesto que los intereses de expandir la producción y exportación agrícola de los países desarrollados, expresadas en restricciones a las importaciones, apoyo y subvención a la producción y subsidio a la exportación. De esta manera se ha configurado un complejo escenario de negociación, que temáticamente distingue tres aspectos, denominados los pilares de la negóciación: acceso a mercados, en que los países en desarrollo pretenden lograr reducciones arancelarias importantes, sobre todo derribando los “picos arancelarios que afectan a sus productos clave; ayuda interna, sobre la cual se aspira a concretar una disminución sustantiva; y, competencia de las exportaciones, a través de las eliminación de las subvenciones.
Pero el tema de la agricultura no es el único que ha venido entrabando las negociaciones del Programa de Doha, en su agenda también se destacan otros de importante sensibilidad, tales como el acceso a mercados de los bienes no agrícolas (industriales), una mayor liberación de los servicios, la propiedad intelectual y su vinculación con el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Trato Especial y Diferenciado que reclaman los países en desarrollo. Éstos y otros temas deben permitir un equilibrio en la negociación.
En una negociación las partes muestran sus intereses, y en la OMC (vista como una institución mercantilista), se ha funcionado bajo el principio de la negociación interesada, lo que refleja una dualidad con lo que implica Doha, cuyos principios acordados colectivamente están orientados a impulsar una “Ronda de Desarrollo”, que implica necesariamente compromisos más solidarios con los países en desarrollo.
¿Cuáles serían los principios sobre los cuales se debe sustentar una Ronda de Desarrollo? Joseph Stiglitz en su libro, “Comercio Justo para Todos”, plantea cuatro:
1. Cualquier acuerdo debería ser evaluado en términos de su impacto sobre el desarrollo; los puntos con un efecto negativo sobre el desarrollo no deberían estar en la agenda.
2. Cualquier acuerdo debería ser justo.
3. A cualquier acuerdo debería llegarse de manera justa.
4. La agenda debería estar limitada a las cuestiones relacionadas con el comercio y orientadas al desarrollo.
En este escenario, descrito sintéticamente, me surgen las siguientes interrogantes: ¿Los países desarrollados cederán en las negociaciones, dadas sus políticas de tan amplios subsidios a sus agricultores?, y ¿qué constituiría un acuerdo “justo”?.
2. Objetivos de la investigación
Algunos países aducen que la protección es necesaria para garantizar la seguridad alimentaria, y que se debe apoyar las actividades de las explotaciones agrícolas de pequeña magnitud, compensar la falta de capital o impedir que las poblaciones emigren a las ciudades.
En este trabajo se amplían estas visiones para conocer por ejemplo si el alcance de las concesiones en el pilar del acceso a los mercados (productos sensibles), y la capacidad de USA y la UE de aceptar una mayor disciplina en relación con los pagos del compartimento verde y la disminución de subsidios, que forman parte de las actividades realizadas por los actores antes y durante las negociaciones, junto con las posiciones de ellos y la del Ecuador, permitan al lector definir si la denominada “Ronda del Desarrollo” realmente es o podría constituirse en un acuerdo “justo”.
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