EL DERECHO A LA PAZ Y EL DERECHO AL SERVICIO DE LA PAZ
THE RIGHT TO PEACE AND THE RIGHT TO SERVICE PEACE
AUTORES: KLÉBER SIGUENCIA SUÁREZ
RESUMEN
En el presente trabajo se abordará como punto de partida el DERECHO A LA PAZ como uno de los derechos HUMANOS más importantes para el desarrollo del ser humano en sociedad, así como también se observarán las repercusiones de la vigencia de la PAZ como garantía para el desarrollo de otros derechos y protección de elementos axiológicos propios de la estructura del hombre. Se analizará desde el marco conceptual de los Derechos Humanos las graves consecuencias que se generan cuando se altera la tranquilidad y armonía en una sociedad poniendo en riesgo la vigencia de la PAZ, considerada ésta como uno de los aspectos necesarios para la consecución de los fines de toda sociedad. De la misma forma, es oportuno mencionar que la vigencia de la PAZ no puede mantenerse o conseguirse por sí sola; requiere como herramienta indispensable del derecho ya que, a través de las normas jurídicas, pueden imponerse disposiciones coercitivas con el objetivo de conminar al hombre en sociedad a la observancia y respeto de las reglas de convivencia bajo la amenaza de una sanción. Es por dicha razón que se establecerá argumentos desde el punto de vista jurídico con los cuales se sustenta la idoneidad del derecho y todos los elementos que lo componen, como una herramienta que debe estar al servicio de la paz para garantizar la vigencia de la misma y la consecución de los fines que de ella se desprenden.
PALABRAS CLAVE: paz, Derecho, Derechos Humanos, Derecho Constitucional, guerra, Filosofía.
“(…) No me considero un militante de la no violencia, pero he adquirido la certeza absoluta de que, o los hombres logran resolver sus conflictos sin recurrir a la violencia, en particular a la violencia colectiva y organizada que es la guerra-exterior o interior-o la violencia los borrará de la faz de la tierra. (…)”.
BOBBIO, 2008
INTRODUCCIÓN
Desde los inicios de la existencia del ser humano, los registros y evidencias que se han podido conocer nos muestran que el hombre siempre ha vivido en situaciones de conflicto, disputa o controversia. La convivencia entre sus semejantes, no siempre ha sido del todo pacífica. Indudablemente, el convivir diario entre seres de la misma especie, muy semejantes pero a al mismo tiempo con infinidades de diferencias ha provocado situaciones de caos con las cuales el hombre ha tenido que convivir durante su estadía en la tierra.
Los conflictos y controversias se evidencian, para los creyentes, incluso desde el origen del mundo, según relata el libro del génesis en el antiguo testamento donde en un principio se narra que todo lo que había sido creado fue destinado para el hombre a quien se le entregó el paraíso para que dominara a los animales y a las plantas, sin embargo la desobediencia del hombre alteró el estado de paz y armonía generando discordia y desconfianza con el creador.
En capítulos siguientes se aprecia la escena, que a decir de muchos estudiosos, es la constancia del primer crimen o delito que reporta la historia, en efecto nos estamos refiriendo al asesinato de Caín en contra de su hermano Abel. Si se analiza con detenimiento los antecedentes de este hecho punible, todo se desarrollaba en un ambiente de armonía y tranquilidad, sin embargo, el sentimiento de envida generó disputas entre los hermanos y que finalmente culminó con un hecho reprochable que alteró el estado de normalidad y armonía vigente hasta aquél entonces.
Pero los hechos en los cuales se evidencia la ausencia de paz o la alteración de la mis- ma, son innumerables. La mayor parte de los episodios que se catalogan como relevantes o que han marcado un hito en la historia de la humanidad, han sido precisamente hechos que se han escrito con sangre, dolor y sufrimiento. Si bien es verdad en algunos casos los hechos a los que nos estamos refiriendo son aquellos en los que se lograron verdaderas conquistas para el reconocimiento de derechos, garantías, e incluso para lograr la igualdad entre todos los seres de la especie humana, también es verdad que gran parte de aquellos acontecimientos son recordados por haber ocasionado los estragos más atroces y despiadados en contra de la raza humana. Tan graves y reprochables son, que la magnitud de destrucción y el daño que se ha ocasionado a toda la humanidad, todavía se mantiene latente en muchas regiones del mundo donde los efectos de la guerra y la maldad del hombre todavía siguen generando estragos.
A pesar de todos aquellos sucesos y acontecimientos en donde la conducta del hombre ha sido censura por toda la humanidad por la destrucción de la armonía y el estado de tranquilidad que fueron afectados por los actos de agresión y de terror provocados por el hombre, actualmente continúan suscitándose hechos que atentan a toda la humanidad y cada día -con el avance de las tecnologías- los daños y repercusiones son de tal magnitud que, actualmente, basta con presionar un solo botón para extinguir países enteros, generar caos y destrucción en el mundo entero. En la mayoría de los casos es imposible o resulta muy difícil explicar por qué un ser humano es capaz de agredir a uno de sus semejantes. Se parte de la idea que en los actuales momentos-a diferencias de los siglos anteriores, el hombre cuenta con mecanismos y herramientas para pensar de una manera razonable, analítica y medir las consecuencias con las respectivas repercusiones y con ello poder arrancar de raíz cualquier idea de destrucción o agresión en contra de otro.
Sin embargo y a sabiendas de todos los hechos comentados en líneas anteriores, el ser humano no ha perdido las esperanzas de vivir en un mundo en donde el estado de armonía y tranquilidad pueda ser disfrutado por generaciones futuras. Estamos refiriéndonos al hecho en el cual, todavía hay seres humanos que piensan que no todo está perdido y que -tarde o temprano- se reducirán considerablemente los episodios de dolor y amargura que siempre dejan los conflictos.
La humanidad, a pesar que diariamente es testigo de una serie de hechos de violencia que alteran la paz en el mundo, todavía existe un sentimiento de esperanza en que los conflictos puedan resolverse sin necesidad de recurrir a las armas y al derramamiento de sangre.
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